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Seguramente habrás oído a alguien decir, o quizá ya lo hayas dicho, que los días pasan más rápido o que el año ha “pasado volando”. ¿No es así? Resulta que esta percepción no es tan errónea, sino todo lo contrario.
Quizás no lo sepas, pero 2020 batió el récord de ser el año “más rápido” de la historia. ¿No entiendes nada? Cálmate y continúa leyendo, todo te estará explicado. Hasta el año pasado, el año más rápido de la historia era 2005.
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De hecho, fue el año más rápido registrado, ya que hace sólo 50 años que se empezó a realizar este control. La previsión para 2021 es que los días serán, de media, 0,5 milisegundos más cortos de lo normal. Es decir, los días no tendrán exactamente 24 horas.
Eso sí, este tiempo es muy pequeño y la verdad es que apenas se nota, ya que el reloj sigue contando el tiempo independientemente del tiempo que tarde la tierra en girar. Aunque sea poco, lo cierto es que ese menos tiempo acaba marcando la diferencia.
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En 1970, para que os hagáis una idea, los relojes necesitaban “ganar” 27 segundos para que los días volvieran a contar correctamente, porque ese año la Tierra giraba más “lentamente”. En el Año Nuevo de 2016, la población mundial tuvo que “esperar” un segundo para abrir el champán.
Los datos muestran que se trata simplemente de imprecisiones naturales en la Tierra y que, en general, no tienen consecuencias importantes. Pero esto demuestra que en realidad los días, los meses y los años pasan “más rápido”.
